dime como escribes y te diré como amas...
"Sólo si tienes suerte saldrás indemne. La suerte lo es todo. Olvídate de tus méritos. Tu único mérito es utilizar la llave correcta y abrir la puerta en el momento oportuno. Quiero verte de cerca. Ver hasta las estrías de tu piel. Verte tan de cerca para saberte toda.
En el pasado me encantaba observarte de lejos, me gustaban tus movimientos, me hechizaban tus contornos y todas esas cosas que se venden tan bien en los escaparates de la vida. Pero ya paso ese momento. No es hora de exhibirte, quizás sea hora de raptarte, de tenerte escondida, tan próxima a mí como remota a todo y a todos. Y no son celos, te lo juro: es el experimento final que todo amor necesita para merecer tal nombre o diluirse en el olvido. Es llegar hasta el fondo de las cosas, sumergirse en ellas y sólo en ellas, investigar si las palabras mienten cuando les llega ponerse a prueba, corroborar que los sentimientos perduran cuando llega la asfixia, acelerar las posibilidades del desencanto, el desengaño, la desilusión, el cansancio, el aburrimiento, es desafiar el poder de los sentidos, es jugar a anularlos exprimiéndoles su jugo...La consumación del amor o la tentación de la suerte.
Y en ese tiempo paralizado, ese laboratorio fingido, ese fotograma amarillento, se consume y consuma la suerte del amor todo. ¿Y qué queda entonces? Un cansancio infinito, un agotamiento físico, un vacío mental, un derramado esfuerzo y nosotros, siempre quedamos nosostros, frente a frente, ya sin vernos, sin mirarnos siquiera. Es complejo el amor. Y no digamos la suerte. Una guardarropía de abrigos olvidados, un sin fin de paradojas, de guiños, una guardería de sueños como niños abandonados, dormidos, arrinconados por el inexorable golpe del azar. Un rosario de adioses, un tálamo partido, un hilillo de savia descendiendo hacia la nada. Un hermoso silencio de hielo que se derrite poco a poco: no escribiremos, entonces, con tinta, escribiremos con lágrimas. Esa tinta es invisible. No. No lo es si conoces el secreto.
Y el secreto está en el fuego. En reavivar sus cenizas, en airear sus entrañas, y las tuyas, y las nuestras; en tener, como ya te dije, mucha, pero que mucha suerte."
Juan Planas Bennásar.
"Entonces se extrajo del ojo la estaca empapada en sangre y enloqueció, la arrojó de sí con las manos. Y al punto se puso a llamar a grandes voces a los Cíclopes que habitaban en derredor suyo, en cuevas por las ventiscosas cumbres. Al oír éstos sus gritos, venían cada uno de un sitio y se colocaron alrededor de la cueva y l preguntaron qué le afligía:
- ¿Qué cosa tan grande sufres, Polifemo, para gritar de esa manera en la noche inmortal y hacernos abandonar el sueño? ¿Es que alguno de los mortales se lleva tus rebaños contra tu voluntad o te está matando alguien con engaño o con sus fuerzas?
Y les contestó desde la cueva el poderoso Polifemo:
- Amigos, Nadie me mata con engaño y no con sus propias fuerzas.
Y ellos le contestaron y le dijeron aladas palabras:
- Pues si nadie te ataca y estás sólo...es imposible escapar de la enfermedad de Zeus, pero al menos suplica a tu padre Poseidón, al soberano.
Así dijeron y se marcharon. Y mi corazón rompió a reír".
canto IX,
La Odisea.
Homero.
#listen to: Julio y sus "eges" de tipo académico.
Current mood: "usted y yo somos este encuentro desde tiempos y espacios distintos, una anulación de esos tiempos y esos espacios y eso siempre la palabra y la poesía.
...y nadie hace ruido al remover el azúcar del café...
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